Un artículo reciente de la revista Forbes se ha dado la tarea de considerar que es lo podemos esperar para el sector de la energía en la próxima década. El artículo se basa en estimaciones de sector energético para el año 2030 en el sector de la energía según analistas de Wood Mackenzie, expertos en transición de energía, energía y renovables, macro carburantes, petroquímica, gas, upstream, corporativo, economía, metales y minería.
Según el artículo, se viene una década de cambios acelerados en el sector energético en el cual veremos, entre otras cosas, grandes avances en relación a la tecnología, ciudades inteligentes, nuevas energías, y el panorama corporativo. A continuación, comparto las 5 principales predicciones de Forbes que podemos esperar para la próxima década:
1. Nuevas tecnologías:
El mundo está dando grandes pasos hacia la descarbonización gracias a las nuevas tecnologías en el sector. Se esperan avances hacia el uso de la energía solar y eólica, con nuevas innovaciones de almacenamiento de energía que prometen equilibrar el mercado,
Ya estamos comenzando a ver como la generación de energía renovable está reemplazando el dominio de los combustibles fósiles en proyectos piloto de hidrógeno verde. Además, en los mercados en los que se tiene acceso a depósitos adecuados de petróleo o gas, la captura y el almacenamiento de carbono a escala industrial abre la perspectiva de prolongar la vida de los combustibles fósiles.
Entre las nuevas apuestas tecnológicas en el sector energético figuran el biometano como un gas de emisión neta cero, las algas como un biocombustibles de baja emisión y avances biotecnológicos en la cadena alimentaria que cambiarán la agricultura como la conocemos.
2.Ciudades inteligentes:
Algunas ciudades en China, California, Japón, y Europa ya nos están dando pistas de como se verá el mundo energético en el futuro, ya que están liderando la descarbonización en el mundo. Estas ciudades ya cuentan con casas inteligentes que permiten controlar completamente el consumo de energía. Además cuentan con sistemas de energía descentralizados y con generación distribuida dominada por las energías renovables, apoyada por tecnologías como las de almacenamiento de energía y la carga de vehículos eléctricos. El gas continúa siendo parte de estas ciudades en una capacidad de reserva.
3.Nueva energía y resistencia de los combustibles fósiles:
Los combustibles fósiles continúan siendo la principal fuente de energía en países en desarrollo donde la demanda energética sigue subiendo. Sin embargo, a medida que el costo de la energía renovable y la de bajo contenido de carbono disminuye, podemos ver un incremento en el uso de esta nueva energía. Hoy, vemos cada vez más aumentos en impuestos y restricciones sobre el combustible, por lo cual la demanda ha comenzado a disminuir considerablemente. Además, el artículo de Forbes asegura que “la electrificación ha hecho que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo se acerque a su punto máximo, y en el mundo desarrollado ya está en declive.”
4.Inversión en petróleo y gas, ESG y finanzas
El sector del petróleo y el gas sigue siendo importante para la economía mundial y la recuperación sigue mejorando gracias a la digitalización, la inteligencia artificial, la nanotecnología y la supercomputación. Sin embargo, la industria se ha visto presionada por su indiscutible impacto ambiental. Estas presiones han limitado el financiamiento para los jugadores de la industria, y las tasas de interés de los bancos han incrementado significativamente, por lo cual existe el riesgo de que el precio del petróleo suba mientras los países optan por productos refinados de bajas emisiones que incorporan biocombustibles.
5.Panorama corporativo:
Se espera que el panorama corporativo de la industria también cambie significativamente en la próxima década con un gran número de compañías que tendrán que adaptarse para sobrevivir en un mercado volátil . A medida que se consolida la industria y reducen los costos el número de actores en el sector va disminuyendo. A pesar de que las actividades anteriores y posteriores a la producción siguen dominando en las carteras de la mayoría de las empresas, la inversión es cada vez más limitada.