En los últimos años, el factor humano se ha convertido en un aspecto esencial dentro de las organizaciones debido a las habilidades, conocimientos y experiencias que poseen los trabajadores para impulsar el desarrollo empresarial, así como el cumplimiento de los objetivos establecidos por la compañía.

En ese sentido, la industria petrolera se caracteriza por sus constantes actualizaciones a nivel técnico, tecnológico y productivo, por lo que es necesario contar con un equipo humano capacitado y que sepa adaptarse a los cambios actuales y a diferentes escenarios para aprovechar las oportunidades y prosperar en el futuro del panorama energético. Por esta razón, conocer las competencias de un trabajador, permite identificar sus habilidades, fortalezas y puntos débiles  para optimizar y potenciar el cumplimiento de las metas trazadas.  

Habilidades más demandadas: 

Nuestro sector se encuentra en constante innovación y posee nuevos elementos para la optimización de sus procesos operativos. Estas nuevas tendencias requieren de una nueva demanda de perfiles y la formación de habilidades para nuevos talentos hacia el futuro de la industria.

Es así como me permito compartir las tres habilidades principales que considero necesarias para fortalecer la formación profesional e integral del talento humano:

  • Profesional integral: conocer el funcionamiento de labores cotidianas, independientemente de las labores que corresponden a tu función, definirá un colaborador comprometido y con ganas de dar su mayor potencial. Este aspecto permitirá manejar los procesos con efectividad, conociendo parte del ciclo y funciones que cada área realiza.
  • Competencias y creatividad: es importante contar con experiencia y formación en el sistema STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para ampliar las soluciones a situaciones que puedan presentarse en el campo y otras áreas. Asimismo, contar con estudios relacionados a la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.

A modo de síntesis, la transformación que atraviesa la industria petrolera demanda a profesionales altamente capacitados, con la habilidad de trabajar en equipo y tolerancia, así como el manejo de herramientas técnicas y personales que permitan superar los desafíos del sector.