Hoy en día observamos que el cambio climático es una gran preocupación para muchos países. Ejemplo de ello es la Unión Europea, que ha apostado por la modernización y transformación de sus países miembro para conseguir una economía neutra en emisiones para 2050.
Alcanzar este objetivo es necesario y posible, y por eso Europa ha incrementado sus esfuerzos estratégicos en la materia en los últimos años, potenciando iniciativas como la apuesta por el hidrógeno como fuente de energía en diferentes sectores como el ferroviario. Y es que el hidrógeno renovable es una importante oportunidad de inversión de 550-700.000 millones de euros con un potencial de reducción de 450-550 Mt CO 2 (o el 10% de las emisiones anuales de Europa).
En el 2018, la compañía francesa Alstom puso a funcionar los dos primeros trenes de hidrógeno en el mundo nombrados “Coradia iLint”. Desde el 2018 al 2020, estos recorrieron 180.000 kilómetros en servicio regular con pasajeros y así demostraron ser todo un éxito. De hecho, este proyecto fue condecorado por el premio European Railway 2021, organizado por la Asociación Europea de la Industria Ferroviaria (UNIFE) y la Comunidad de Empresas Ferroviarias (CER).
En esta línea, las principales organizaciones europeas de energía renovable han lanzado la Coalición del Hidrógeno Renovable para dar visibilidad y potenciar este tipo de energía. Esta coalición, junto con la comisaria Europea de Energía, Kadri Simson, presentó la estrategia de hidrógeno de la UE en 2020, donde se estableció un objetivo de producción de 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable para 2030 una parte fundamental para el cumplimiento del Pacto Verde.
Para hacer esto posible, Europa debe promover la inclusión de políticas y acciones que ayuden a revertir el camino actual de las emisiones y gestionar la transición hacia un futuro verde. Pero esto no termina aquí y es que para enfrentar el problema climático global, es necesario generar esfuerzos globales, fomentando políticas comerciales favorables y la cooperación entre naciones para una transformación global hacia el desarrollo sostenible.
Desarrollar tecnologías modernas e innovadoras, radica en ser conscientes de que la clave del éxito está en encontrar el balance ideal entre la perseverancia y la agilidad, particularmente en tiempos de incertidumbre y cambios. Sin duda, los esfuerzos de europa son muy destacables, ahora deben unirse el resto de países. Esta lucha es de todos.