El cambio climático y el deterioro del medio ambiente nos presentan un indicio de los peligros y desafíos a los que se enfrenta el mundo entero, y pone de manifiesto la necesidad de acciones inmediatas para contrarrestar su impacto. La Unión Europea, es consciente de lo importante que es una transición energética para salvaguardar el medio ambiente, por esa razón está tomando medidas y estrategias para lograr un cambio significativo en el impacto ambiental.

Como ya he compartido en ocasiones anteriores, uno de los casos más claros de la instauración de medidas en este sentido es “El Pacto Verde Europeo”, que presenta una estrategia de crecimiento para superar estos restos por parte de todos los países miembro, generando un marco de referencia para transformar las economías y hacerlas más eficientes, competitivas, y rentables.

Como parte de este compromiso, además, los países han aprobado un Fondo de Transición Justa (FTJ) valorizado en 17.500 millones de euros equivalente a 21.270 millones USD.

Con esto, se busca ayudar a financiar la transición ecológica, aliviando los costos de las regiones europeas cuyas industrias dependen de los combustibles fósiles e intentando que este proceso afecte menos a infraestructuras críticas como los empleos.

Esta medida debe ayudar a la UE a alcanzar el objetivo de cero-emisiones en 2050 y la reducción en un 55% de dióxido de carbono para 2030. Pero, ¿Cómo se va a implementar?

¿Qué requisitos deben cumplir los países?

En primer lugar, cabe destacar que los países miembros de la Unión Europea tienen autonomía en la determinación de los fondos a las regiones más afectadas.  Pero además, para que un país pueda optar a los fondos, primero debe presentar un plan detallado a la Comisión Europea con su estrategia de transición energética y explicar cómo utilizarán los fondos disponibles.

Los recursos del fondo no podrán ser utilizados para el desmantelamiento o construcción de centrales nucleares, incineración de recursos, o actividades relacionadas a los combustibles fósiles. Esta aclaratoria surge como respuesta a que los países del Este están presentando resistencia a las metas de descarbonización fijadas. Ejemplos de ello son Rumania, que no prevé cerrar sus centrales térmicas hasta el 2032 y La República Checa, cuyo parlamento acordó continuar usando carbón para fines energéticos hasta el 2038.

Personalmente, considero que la Unión Europea está siendo proactiva en su plan de acción para combatir el cambio climático y lograr sus objetivos medio ambientales y sin duda, la generación de este Fondo de Transición Justa es un ejemplo de ello. La gran incógnita que me queda es; ¿cómo se encuentra el equilibrio entre la garantía de suministro y la transición energética antes de que el cambio climático sea irreversible?