¿Es buena o mala la tecnología?

Es innegable que el papel que la tecnología ha adquirido en nuestras vidas es fundamental. Durante la última década, nuestra forma de vivir se ha transformado radicalmente debido a la inclusión de la tecnología en nuestros procesos. Pero, ¿es buena o mala la tecnología? Sin duda, esta pregunta plantea muchas dudas, ya que el cambio a la era tecnológica trae consigo tantos desafíos como virtudes. 

La conversación en torno a los desafíos es inmensa, hoy se menciona y analiza en muchos entornos de debate la necesidad de plantear soluciones a retos como la robotización de los procesos en las cadenas de valor y su puesta en riesgo de puestos de trabajo, la brecha digital en el mundo, que incrementa las desigualdades sociales, la privacidad y gestión de datos almacenados en todas nuestras interacciones con tecnología, incluso las fake news y los hackeos. 

Dicho esto, tampoco podemos perder de vista que los nuevos desarrollos tecnológicos han sido de gran importancia para la mejora y perfeccionamiento de los diferentes procesos industriales en materia de cálculo de resultados, disminución de tiempos o incremento de la seguridad. 

En Nakasawa hemos vivido en primera persona las bondades que ofrece la investigación tecnología para los nuevos desarrollos tecnológicos en cuanto a instrumentación y sistemas de monitoreo y control. La generación de  nuevos sistemas de generación e inyección de alta calidad de vapor nos permite optimizar y facilitar el manejo de las diferentes fases del sistema, mejorar la calidad del vapor, optimizar los recursos disponibles, disminuir el impacto ambiental, así como asegurar la integridad física de los equipos y del personal. 

La inclusión de la tecnología en nuestros procesos nos ha permitido ser más competitivos en el mercado y nos ha brindado la ventaja de poder estar a la vanguardia de la entrega de mayor energía térmica a los yacimientos con menor consumo de agua y combustible, entre otros; por lo tanto, sin duda, para nosotros, la tecnología ha sido positiva. 

Entonces, ¿de dónde creo que surge la duda de si la tecnología es buena o mala? creo que de dos puntos: 

1. El uso que las personas hacemos de la tecnología, y es que, al final del día, somos nosotros los que definimos el uso y la finalidad que hacemos de la tecnología en nuestro día a día. 
2. La ingenuidad que tenemos a veces de olvidarnos del valor que tienen las personas, y su capacidad de reflexionar, pensar y aprender con los mayores estándares éticos.