Me parece que este artículo de Oil Price bastante acertado, y no sólo en relación con la industria de hidrocarburos. Hoy en día, la característica más importante de una empresa es su capacidad de adaptación, de innovación, de centrarse en crecer constantemente. Con el panorama actual, no basta con centrarse en el dinero, pues la competencia es dura y también lo que está en juego. En estos momentos tenemos que pensar en el valor más allá del dinero, tenemos que pensar en el crecimiento, en el futuro, en nuestro legado, en dejar el mundo en un mejor estado que el que tenemos.

El verdadero papel del petróleo es sostener el estilo de vida de nuestra sociedad, proporcionar energía y dar vida a nuestros procesos modernos. Si la industria realmente desea mantener este objetivo intrínseco, necesariamente se tiene que adaptar. Aunque se reconoce esta necesidad, la industria petrolera ha cosechado una imagen negativa de un magnate hambriento de poder y dinero, que no es como debería ser. Debemos trabajar para recordar al público que el sector puede evolucionar hacia este objetivo original y desviarse del camino en el que se encuentra para rescatar la premisa de que puede aportar algo bueno a nuestra sociedad.

Aunque desafortunadamente es cierto que algunos aspectos de la industria de hidrocarburos son perjudiciales para la ruta del rescate climático, no significa que todo sea blanco o negro. No tiene que ser “o destrozamos el planeta o lo salvamos por completo”, hay un punto medio, hay un compromiso. Lo más importante es que haya compañías y agentes dispuestos a trabajar y a proponer ideas para este objetivo, lo que a cambio añadirá mucho más valor a una compañía y a la industria en general que cuando sólo se busca ganar mucho dinero.

Sin embargo, como señala el artículo, no podemos ignorar la necesidad de obtener rentabilidad. Toda esta conversación sobre la evolución suena muy atractiva y aspiracional, pero las empresas todavía necesitan dinero para mantenerse con vida, por lo que encontrar soluciones rentables es también una gran prioridad.

Esa fue nuestra forma de pensar en Nakasawa: encontramos una forma de trabajar con lo que ya teníamos y lo mejoramos. Con nuestra tecnología de vanguardia hacemos que los procesos de recuperación de petróleo sean más eficientes, rentables y responsables con el medio ambiente. Nuestra tecnología es la prueba de que este compromiso es alcanzable, de que nuestra industria es capaz de crecer, evolucionar y adaptarse. Ahora, estamos dispuestos a trabajar para deshacernos de la reputación del gran lobo feroz y ayudar en nuestra transición hacia procesos energéticos más sostenibles. ¿Y tú, está listo?