Los tiempos de crisis son, sin duda, los más difíciles, aquellos donde o aprendemos a sobrellevar obstáculos o nos quedamos estancados. La crisis mundial que estamos viviendo es un claro ejemplo de ello, y a todos nos ha afectado de una manera u otra. Sin embargo, el punto de inflexión lo encontramos cuando decidimos no redimirnos y actuar en favor del futuro, buscando oportunidades en el nuevo contexto para salir fortalecidos. 

En este sentido, una de las mayores oportunidades que nos da la era post-covid19 es la de aprender. Todas las industrias se han visto afectadas de una manera y otra, el propio consumidor se ha visto afectado y ha cambiado. En esta era post covid19, tenemos la necesidad y la obligación de pararnos y pensar. De pararnos y reaprender. Además, de entender que en la unión está la fuerza y sólo cooperando los unos con los otros podremos salir adelante. Debemos entender que las necesidades del mundo han cambiado y como profesionales y compañías, tenemos la responsabilidad de adaptarnos, y de ayudarnos mutuamente a hacerlo. 

En la industria petrolera esta viviendo tiempos de crisis y grandes empresas nacionales e internacionales han tenido que abordar una optimización de su portafolio, ejecutando solo aquellos proyectos que permitan mantener los niveles de producción mínimos. Y me pregunto, ¿tenemos claro cómo optimizar al máximo nuestros productos y servicios a bajo costo? ¿Podemos aprovechar este momento para repensar y reaprender sobre los procesos y hacerlos más eficientes y menos costosos? 

Creo que aquí está la gran oportunidad de este tiempo que nos ocupa. Es momento de profundizar en el conocimiento y los procesos que ya tenemos en marcha y compartir experiencias dentro de la industria para explorar y mejorar en nuestra profesión. 

Esto ya se está haciendo, por ejemplo desde la Society of Petroleum Engineer (SPE), que trata de fortalecer y promover el intercambio de experiencias en la explotación de recursos convencionales y no convencionales. 

Este ejercicio nos puede ayudar a identificar elementos que puedan representar una gran diferencia tanto a nivel de recursos financieros, para mantener y/o aumentar los niveles de producción durante y después de esta recesión, como en materia de seguridad, calidad y eficiencia.