En los últimos años, hemos sido testigos y parte de la sociedad del desgaste y la degradación del medio ambiente debido al uso de recursos que conforman nuestros sistemas de desarrollo. Por esta razón, resulta necesario la implementación de medidas que disminuyan el impacto ambiental que la actividad humana ha tenido sobre la biodiversidad, promoviendo un futuro más sostenible. 

En este contexto, cada año celebramos ocasiones como el Día Mundial de la Bicicleta, donde de forma colectiva promovemos la visibilidad de alternativas amigables con el medio ambiente en diversos ámbitos de nuestras vidas cotidianas, como los medios de transporte. Aunque bien es cierto, que en previas ocasiones he reflexionado sobre la importancia de la movilidad sostenible, en esta oportunidad les quiero compartir una perspectiva más comprehensiva, con valor agregado para nuestro planeta.

Apostando por la movilidad sostenible

La movilidad resulta un aspecto fundamental para el crecimiento y desarrollo social y, por dicho motivo, son varios países los que se encuentran en fases de desarrollo e implementación de iniciativas y proyectos que incluyen la movilidad como instrumento para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Por ejemplo, en Ámsterdam, aunque su apuesta por el uso de la bicicleta como medio de transporte mayoritario, no es novedad. En los últimos años, se ha logrado que el 60% de los trayectos urbanos se hagan en bicicleta gracias a la red de carriles ciclísticos implementados. Además, forma parte del programa “Aire limpio 2025” cuyo objetivo es eliminar las emisiones de CO₂ provenientes de vehículos tradicionales. 

Otro caso es la ciudad de Sevilla, donde se ve reflejado el impacto que la innovación tecnológica sostenible puede tener en nuestro futuro. La integración de tecnologías para la gestión de servicios de transporte, ha convertido a esta ciudad, en la primera en ofrecer una aplicación digital integral donde sus ciudadanos pueden ubicar y reservar desde sus dispositivos móviles los transportes disponibles. En definitiva, lo que hacen en estas ciudades nos deja varios aprendizajes. 

Les dejo un pensamiento: 

Está en nuestras manos labrar el futuro que queremos para las nuevas generaciones e impulsar el cambio hacia un estilo de vida sostenible y respetuoso con el medio ambiente.