De cara a 2050, sabemos que naciones en todo el mundo se han marcado como objetivo la descarbonización de nuestro planeta. Desde hace unas décadas atrás, cuando hablábamos del hidrógeno como el combustible del futuro, este parecía una realidad lejana.

Dentro de la industria del petróleo y gas, su utilización se puede observar desde el siglo XIX para medios de transporte como automóviles y dirigibles. Aun así, no fue hasta que se inició a conversar sobre la descarbonización de la economía mundial, que adquirió un papel más protagónico en el sector energético.

Hoy en día observamos a instituciones, países, e individuos destinando inversiones significativas hacia el desarrollo del hidrógeno como fuente de energía alternativa a combustibles fósiles. ¿Pero porque el hidrógeno se ha convertido en una alternativa popular en el mercado?

El Hidrógeno Como Energía Renovable

Bueno, ¿sabéis que el hidrógeno es el elemento químico más abundante en el medio ambiente? Desde 1975, su demanda a nivel mundial como fuente de energía se ha triplicado; llegando en el 2018 ha 70 millones de toneladas anuales. Sin embargo, este no se encuentra disponible como molécula en los yacimientos de petróleo y por ende debe ser adquirido de otras fuentes.

Una de las principales fuentes, es H20, comúnmente conocida como el agua. Pero también este se encuentra en los combustibles fósiles como el gas natural en cantidades abundantes.

Hidrogeno Verde, Azul, y Negro

Más allá de su producción con propósitos energéticos, es clasificada por colores que aluden a su nivel como energía “limpia” en base a su generación. Actualmente, el más conocido es el hidrógeno azul, el cual es extraído de los yacimientos de gas natural. Una de sus ventajas principales es el proceso de su generación que es considerablemente limpio; el dióxido de carbono apenas es liberado en la superficie y no contribuye al calentamiento global.

Luego, el hidrógeno verde es todo aquel producido mediante las fuentes de energía renovables como solar y eólica; este es el más deseable dado que se obtiene mediante la electrólisis y no libera contaminantes a la atmósfera. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), esta manera de obtener hidrógeno ahorraría hasta 830 millones de toneladas anuales de CO2; cantidad que se originan cuando este gas se produce mediante combustibles fósiles.

Por ultimo, el hidrógeno negro es el que mas genera emisiones de carbono durante los procesos de producción debido a la utilización de combustibles fósiles. Por lo que su uso, no es deseable dentro de la industria bajo el objetivo de emisiones de carbono netas-cero.

El Hidrógeno Como Fuente De Energía

Como mencione anteriormente, el hidrógeno tiene muchas aplicaciones como “combustible verde” que ya pueden ser vistas en trenes, turbinas industriales, autobuses y más. Su versatilidad hasta permite que sea usado para desarrollar materias primas y productos químicos.

Sin embargo, el alto costo asociado a su producción genera la necesidad de antes que todo conseguir que el hidrógeno se convierta en una fuente energética accesible; con prácticas respetuosas con el medio ambiente para poder hablar de un futuro con una economía del hidrógeno. También, será muy importante mantener en cuenta que este es un portador de energía que deberá contar con el apoyo de energías primarias como el agua, el viento, y el sol. ¿Qué sucederá? Esto solo lo podremos saber cuando llegue el momento adecuado.