Muchas personas sienten que no pueden marcar una diferencia; que una sola persona haciendo una sola cosa no va a afectar un problema global. La población mundial y los problemas del mundo parecen tan grandes que pensamos que no importa si reciclamos, no importa si protestamos, no importa si tenemos una gran idea: porque en el panorama general de las cosas, las cosas pequeñas realmente no importan, pero la verdad cada acción cuenta y todas las personas son importantes para lograr un futuro mejor.
Bueno, eso está mal, y este artículo del World Economic Forum demuestra exactamente por qué. La clave está en reconocer que no se trata de esa persona o de esa acción: se trata de crear una cultura de la concienciación en la que la suma de todas estas personas y todas estas cosas equivalga a un cambio real. Una sola acción se convierte en parte de algo extraordinario.
Este artículo destaca a algunas personas verdaderamente asombrosas de todas partes del mundo que han hecho su parte. Cien personas haciendo su parte se traduce en un gran cambio. Más importante aún, se traduce en un movimiento de personas, en un cambio de cultura y de comportamiento. Un cambio en el que todos somos activistas, todos cambiamos el juego, todos somos conscientes de nuestro planeta y de otras personas y todos hacemos nuestra parte. Y cuando todos hacemos nuestra parte es cuando el verdadero cambio ocurre.
Para algunas personas, trabajar para que la industria del petróleo y el gas sea más respetuosa con el medio ambiente podría parecer un esfuerzo inútil. El progreso de la industria energética en muchos frentes, desarrollando nuevas tecnologías y métodos para el futuro es fantástico, pero no es suficiente. El mundo no estará preparado para dejar atrás el petróleo y el gas hasta dentro de varios años, ya que el estilo de vida de nuestras sociedades no podría sostenerse sin él. Por lo tanto, trabajar en métodos más ecológicos para apoyar la transición ciertamente tiene un gran valor. No cambiará el mundo, pero definitivamente ayudará al proceso.
Así que la próxima vez que pienses que una idea o una acción no es suficiente, recuerda la visión más grande. Cada acción hacia un propósito cuenta, no importa cuán grande o pequeña sea.